Pamplona (EFE).- Los cineastas Amaia Remírez y Raúl de la Fuente, Kanaki Films, han recibido con un «honor inmenso» el Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2025. Ha sido en un acto en el que han reivindicado «la curiosidad, la información y la cultura frente a la apariencia».
En el Castillo de Olite, ante las principales autoridades de Navarra con la presidenta María Chivite a la cabeza, en el acto también han estado muy presentes los protagonistas de sus películas. Son «niñas en situación de calle, menores encarcelados, militares, misioneros, activistas contra la trata, guerrilleras, mineras, raperos y madres que buscan sin descanso a sus hijos desaparecidos».
«Todos nos han hecho el regalo de permitirnos contar sus vidas, sus sueños y sus luchas», han dicho en un discurso en euskera y castellano. Se han alternado en el uso de la palabra ambos, creadores de títulos como «Minerita», «Un día más con vida», «Virgen negra», «Los Williams», «I’am Haiti» o «El infierno».
Vecinos de la pequeña localidad navarra de Unciti, sobre esta internacionalización de los asuntos que tratan sus documentales han considerado fundamental que «para que la cultura prospere, como sociedad necesitamos acoger las historias que traen los otros, los desconocidos, los migrantes». Y lo han dicho convencidos de que «conocer y acoger al otro permitirá que las tradiciones de nuestra tierra, mezcladas y enriquecidas, sigan vigentes».
Permanecer honestos y fieles a la curiosidad sin juicio
Conscientes de que su profesión les ha llevado a vivir enormes contrastes, como pisar la alfombra roja del festival de Cannes tras adentrarse en los barrios más castigados de Puerto Príncipe o las celdas de una prisión de Sierra Leona, «nada de esto tiene sentido si no mantenemos el esfuerzo de permanecer honestos, fieles a nuestra raíz, a nuestro origen, que es la curiosidad genuina y sin juicio, porque solamente así conseguiremos navegar en mundos tan contradictorios».
«Honrados y desbordados» por el premio más importante de la Cultura en Navarra, han descartado que la cultura pertenezca a las élites. Y han valorado la labor de todas las organizaciones culturales de base que desde el barrio o el pueblo más pequeño de Navarra acerca la cultura a sus convecinos.
Han reivindicado la «honestidad» necesaria para hacer el trabajo del documental. En ese contexto no han obviado conflictos actuales como el «genocidio» que está teniendo lugar en Gaza, donde «una cultura y todo un pueblo está siendo aniquilados».
Y a esto han respondido con su visión de que «la cultura es un espacio de lucha, nuestra herramienta para tratar de transformar la realidad, para intentar crear un mundo un poco mejor. La cultura es justicia social, belleza y dignidad. ¿Qué es la cultura?
La cultura es medicina para el alma», han zanjado Remírez y De la Fuente.
Kanaki, «un modo valiente y necesario de mirar al mundo»
Poco antes, la ‘laudatio’ de los premiados la ha hecho el también realizador Iñaki Alforja. Ha señalado que hoy se celebraba “un modo valiente, bello y necesario de mirar al mundo”, el de Kanaki Films. Con él Raúl y Amaia “construyen puentes entre el espectador y la realidad”, con un humanismo de base que ya su nombre defiende, porque ‘Kanaki’ significa “ser humano” en el lenguaje de Nueva Caledonia.
Alforja ha defendido también su profesión, porque “en un mundo saturado de información efímera el cine documental es un acto de resistencia intelectual, nos obliga a detenernos, a mirar con otros ojos, a entender antes de juzgar”. Kanaki Films “es lo que es porque mira al mundo desde la empatía, no juzga sino que acompaña”, ha reiterado.

También ha ponderado que sus compañeros premiados provocan el valor de la empatía, “una de las cualidades humanas mas nobles y esenciales, porque nos permite ponernos en el lugar de otros. Practicar la empatía no es solo un acto de sensibilidad y ternura, sino un ejercicio de justicia”, ha dicho Alforja. Además ha valorado que los premiados “han elegido contar historias que no siempre se quieren escuchar, historias que sacuden, duelen e informan”.
Por ello, son “son un referente” para el sector del documental en Navarra, en el que “han creado lo más difícil, una mirada propia”, y muy necesaria en tiempos en los que “necesitamos voces que no callen, productores que se atreven a caminar hacia lo incómodo”, ha zanjado.
Chivite y el compromiso de De la Fuente y Remírez y su mirada «humana»
La presidenta de Navarra, María Chivite, ha elogiado a los galardonados en la nueva edición con el Premio Príncipe de Viana de la Cultura, los cineastas Raúl de la Fuente y Amaia Remírez, por su mirada «humana, empática», con narraciones y propuestas visuales que «no huyen de la realidad por cruda que sea».
En su discurso en el acto, celebrado en el Castillo de Olite, la presidenta ha considerado que en ellos se encarnan valores como el trabajo técnico, su compromiso con los derechos humanos reflejado en sus obras, y el vínculo de ambos con el ámbito rural.
Su «mirada humana, empática» por un lado, y su figura de «referente en el sector audiovisual, ejemplo de cómo se puede emprender y liderar desde lo local sin renunciar a la proyección internacional», son por tanto dos pilares en las dos décadas de trayectoria como cineastas que se han visto respaldadas por premios como los Goya o preselección a los Óscar.
Y «desde esa mirada a vuestro trabajo, a vuestro compromiso y a esa coherencia, habéis sembrado un enorme campo con productos que también son de esta tierra, y que, al igual que los de nuestra huerta, nacen aquí y de aquí llegan a todo el mundo».
Historias que denuncian, conmueven y alertan
Son productos en su caso audiovisuales, «que cuentan historias, vidas, denuncian, remueven, conmueven, alertan, y que nos deben conducir a una reflexión como sociedad, y también a la acción. Contra las injusticias, contra las vulneraciones de los derechos humanos, a favor de una sociedad más humanizada», ha respaldado la presidenta.
Y lo ha hecho por entender que el actual es un momento de la historia en el que se necesitan «prescriptores de la justicia social, de la paz, de la igualdad, de una vida menos individualizada y personalista y más solidaria y comprometida con el entorno próximo. Pero también con el que, siendo más lejano geográficamente, sigue estando formado por personas, por seres humanos».
Y esto contrasta con «la guerra, el genocidio, las violaciones, la xenofobia, la pobreza, la exclusión del otro, la polarización social» que son parte de este mundo, en el que espacios como el documental «contribuyen a la visibilización, la denuncia y a ponernos frente al espejo como sociedad», una tarea que también compete a las instituciones como la que ella misma preside.

En ese contexto, Chivite ha defendido la cultura como «un espacio de libertad creativa, de verdad, de coherencia intelectual, de reivindicación del pensamiento crítico». Y lo es frente a un evidente «avance del autoritarismo, la nostalgia, manifestada incluso en nuestro país, de dictaduras crueles, la involución en el reconocimiento de la igualdad y la diversidad, el rechazo a la pluralidad, o el negacionismo del cambio climático».
Por ello, ha puesto en valor la «verdad» que basada en los testimonios apoyan los cineastas hoy premiados. Es este un papel de la cultura que ha dicho defender también su Gobierno con políticas, que en el terreno de la cultura pasan por descentralizarla y acercarla a distintos públicos y localidades.
Apoyo al sector audiovisual
También ha tenido Chivite palabras de apoyo para el sector audiovisual, al que ha recordado mejoras iniciadas en Navarra como los incentivos fiscales, que se evidencian en los 187 proyectos rodados en Navarra el pasado año.
Y ello casa también con su interés en «humanizar las políticas públicas», aspecto en el que ha tenido palabras para tocar la actualidad y señalar al despido de la plantilla de BSH como ejemplo de una actuación ante la que el gobierno ha respondido «canalizando una decisión que consideramos injusta en acción buscando nuevas oportunidades».
«El día en que la cultura o la política dejen de ser sensibles con su entorno ese día habrán dejado de ser lo que están llamadas a ser», ha equiparado para defender, «frente a la tentación autoritaria (…) más cultura, más pensamiento, más arte y más democracia». EFE